Y llegue… me recibieron dos grades ojos cafés que me dieron la bienvenida… es uno de esos momentos donde no te quieres mover del mostrador para permanecer mirando fijamente y entrar y quedarte a vivir en ojos así… y esos ojos invitaron a mi bolsillo a beber un Martini y sentado y mirando el agua del mar, esperando el encargo pensé: ¿porqué al nacer no obtenemos una lista de los posibles ojos que nos pertenecerán? O ¿porqué no elegirlos y soltarlos para encontrarlo en el camino de la vida?... entonces como todo en el andar, llego el momento de macharme y no pude despedirme de esos ojos, y pienso: ¿ a quién le pertenecen estos ojos? ¿ Los estarán esperando?
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